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El genio del lugar; se designaba a la deidad menor que habitaba en cada espacio, en cada rincón de la naturaleza, y que garantizaba su singularidad. Los griegos tuvieron antes que los romanos una concepción animista y sacralizada de la naturaleza, a la que veían poblada de espíritus protectores, que llamaban daimones.
Una máscara es la cara que la imaginación atribuye a dios. Representa el <<drama de la vida>> humano en sus múltiples aspectos: en especial la búsqueda absorbente, ambigua, a veces reveladora y a menudo traicionera del <<verdadero sí mismo>>. La mascara se remonta hasta la sagrada sensibilidad del misterio y la profundidad de la experiencia humana. Lejos de limitarse a ocultar a quien la lleva, proporciona un puente, abriendo la experiencia psicológica a los <<espíritus>>, los factores arquetípicos instintivos de la personalidad, al suministrar <<vivienda temporal>> a estos <<dioses>>. Como la máscara se interpone entre el sí-mismo y el mundo, tiene una naturaleza dual: mira tanto hacia dentro como hacia afuera.
Piezas escultóricas de Barro Humeado. Hechos por Alfareria de Momil, Córdoba. La población de Momil está situada junto a la gran Ciénaga de Chima. En Momil desde que la región era habitada por los Finzenues se elaboraban piezas artesanales, utilitarias o religiosas como las figuras de animales y hombres. Actualmente, se realiza en la región la cerámica precolombina.
Materia prima: barro negro extraído manualmente de la ciénaga y preparado con arena de río.
Técnica: modelado a mano y quema en leña a cielo abierto. Envejecido con agua de barro.
*Cada rostro y expresión de la máscara es único, contactanos para enviarte los diseños disponibles.
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